viernes, 2 de junio de 2017

La vuelta al mundo de Nuevo&Sur

Entra y siéntate, que empieza el viaje: Nuevo&Sur te invita a dar una vuelta al mundo que te llevará de un país a otro en una propuesta callejera, divertida e informal sin por ello dejar de ser elaboraciones elegantes, bien ejecutadas y presentadas con gusto. Ubicado en la céntrica y cambiante calle Madre de Dios, en el entorno de la Plaza de la Merced y del Teatro Cervantes, es un local pequeño con dos ambientes: comedor y zona de mesas altas con taburetes. En las pared que da la bienvenida, un graffiti te manda directamente a México --y de paso, a algún que otro país sudamericano--, a través de una suerte de catrina con un tocado de frutas.

[Este graffiti da la bienvenida a Nuevo&Sur]

La carta divide la oferta en dos partes: la comida según tamaño --Más pequeño, Más grande-- y los cócteles, verdadero plato fuerte junto a la música en directo para las noches de los jueves. Y el viaje tiene dos ejes centrales: América Latina y Asia. Entre las escalas que propone Nuevo&Sur, encontramos México, Argentina, Tailandia, India, Perú, China, Japón, Turquía, Holanda, Inglaterra, Estados Unidos, Austria y, por supuesto, España. Y mucha, mucha fusión, de la mano del chef Víctor Glez.

Nuestro viaje comenzó en México, con unos street tacos de pollo y pico de gallo, presentados en unos originales soportes de madera de la casa que facilitan mucho la labor del comensal. El cilantro tiene el protagonismo que le corresponde y el sabor del taco es intenso.

[Street Tacos]

De México volvimos al Viejo Continente para aterrizar en Inglaterra y disfrutar del plato por excelencia de la cocina británica: fish and chips. Y, todo hay que decirlo, ya quisieran los ingleses que su plato nacional tuviera el sabor de este. Bacalao de calidad marinado (me recordó a nuestro adobo) rebozado con cereales, patatas fritas caseras y una salsa ligeramente picante de guarnición. 

[Fish and Chips]

Ya que estábamos en Inglaterra, nos acercamos a Madrid para comernos un bocadillo de calamares. Si bien en la carta nos proponen un gua bao Madriz Style, el pan se parece más al pan de hamburguesa que al bollito al vapor taiwanés. La mayonesa de wasabi, eso sí, le da un toque interesante.

[Gua Bao Madriz Style]

Y de Madrid a China y uno de sus platos estrella: Pato Pekín. Sublime. Con seguridad, mucho mejor que el de muchos de los restaurantes chinos. La salsa hoisin es excelente, el punto del pato perfecto, la tortita mandarina al vapor perfectamente equilibrada de textura y consistencia. Un diez.

[Pato Pekín]

Ya que estamos en China, aprovechamos para dar un salto a Japón (con toques españoles) y disfrutar de una tempura de verduras --zanahoria, aguacate, calabacín, berenjena, pimiento de Padrón-- con salmorejo picante. Tal vez el bocado que menos nos sedujo.

[Tempura de verduras]

Terminamos con una sándwich club al vapor. Pan bao --ahora mucho más evidente-- con panceta, siracha, huevo de codorniz y cilantro. Quizá lo habríamos llamado pan bao tailandés de panceta, que puede que describa mejor lo que es. Muy sabroso, eso sí.

[Sandwich Club al vapor]

La carta de postres es breve pero, al menos por el que probamos, merece mucho la pena dejar un hueco. Neverland es el postre que nos sugiere un viaje en el tiempo, a nuestra infancia, a lo Peter Pan. Bajo un algodón dulce un helado de violeta muy rico y una crema de yogur (que no se identifica demasiado). Tal vez un tanto el algodón estorba o no se integra con el resto de elaboraciones y esperábamos alguna salsa caliente que sirviera para hacerlo desaparecer. En cualquier caso, un postre divertido.

[Carta de postres]
[Neverland]

Un sitio diferente, de ambiente agradable e internacional, que abre ininterrumpidamente desde el mediodía hasta bien entrada la noche; un lugar excelente para acercarse a la cocina callejera y popular del mundo. Y que, además, tiene otro local en Alhaurín el Grande

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